Recetita muy fácil la de hoy. Son unos muffins salados y sin harina.
Bueno en realidad son casi una tortilla, pero hechos al horno de una manera como más bonita…que también se come con la vista.
Nos vienen muy bien como un aperitivo o por ejemplo para la cena.
Yo el otro día cene dos y los acompañe de una ensalada verde. En realidad son bastante completos desde un punto de vista nutricional porque nos aportan verduras y proteínas de alto valor biológico, para completa más verduras que siempre viene bien y un trocito de pan integral para tener los hidratos y cena lista!!!
Con los ingredientes que os doy me han salido cuatro muffins. Cada uno de ellos nos va a aportar aproximadamente 160 kcal.
En realidad aunque la receta está deliciosa he cometido un fallo, no siempre sale todo bien!!!
El fallo ha sido llevada por la ansiedad de ver como habían salido desmoldarlos casi calientes…el resultado? El queso estaba muy fundido y se han deshecho un poco por abajo…
Así que os aviso!!! Lo mejor es esperar que se enfríen y comerlos templados o fríos, están además mucho mejor.
AQUÍ Y AQUÍ ya habíamos visto alguna receta de muffins tanto dulce como salada, la verdad es que están muy buenos y son muy prácticos si tienes amigo o familia a comer en casa…seguro que les encantarán!!!
Ingredientes
- Un calabacín tamaño medio.
- 70 gramos de jamón serrano.
- 70 gramos de queso bajo en grasa.
- Tres huevos.
- 100 ml de leche desnatada.
- Sal y pimienta.
Elaboración: Lavamos el calabacín y con la ayuda de una mandolina vamos haciendo tiras en sentido longitudinal, lo más finas posibles.
Troceamos el jamón y el queso.
Batimos los huevos, les añadimos la leche desnatada y seguimos batiendo y los salpimentamos al gusto.
Vamos a preparar los muffins. Podemos utilizar moldes metálicos o bien de silicona, yo he usado estos últimos porque se desmoldan más fácilmente.
Ponemos tiras de calabacín recubriendo las paredes de cada uno de los moldes.
En cada molde ponemos un poquito de jamón y de queso.
Vertemos por encima en cada molde el huevo batido con la leche, de modo que quede lleno un poco más de la mitad.
Precalentamos el horno a 180ºC y los horneamos durante unos 15-20 minutos.
Ya sabes es mejor esperar a que estén fríos para desmoldarlos y así no te pasará como a mí y no se te van a deshacer.
Están súper buenos, es comida real, es ligera, y nos vienen genial para estos últimos días de verano.
Buenos y saludables días!!!